Los
anillos musculares de las arteriolas actúan como esfínteres capaces de
cerrar o abrir el paso de la sangre a los capilares.
El
cierre de una arteriola impulsa la sangre hacia una metaarteriola, la
cual desemboca directamente en una vénula, con lo que se prescinde de
una parte de la red capilar" Los capilares venosos y las vénulas poseen
unas paredes vasculares mucho más finas que las correspondientes estructuras
arteriales, ya que su contenido en tejido elástico y muscular es muy escaso.
Su
elasticidad es casi nula, lo cual provoca grandes dilataciones cuando
el aporte sanguíneo aumenta bruscamente. Por ello, los factores externos
antes citados debilitan las paredes de los vasos, agotan la escasa capacidad
de recuperación de las vénulas, y provocan, en las personas predispuestas,
un estancamiento que siempre es más visible en la epidermis de tez blanca,
tina y frágil.
Estos
procesos pueden tener un desencadenamiento a partir de factores internos,
entre los cuales se pueden citar:
-
Trastornos digestivos,
especialmente por exceso de alcohol y picantes, así como la
ingestión precipitada de los alimentos sin la necesaria masticación.
-
Problemas
de nerviosismo,
el rubor tan frecuente en las personas tímidas es consecuencia
de una súbita vasodilatación.
-
Numerosas
patologías,
como son la hipertensión, la diabetes y ciertos problemas hepáticos.
La
cuperosis puede derivar, sobre todo en los 35 - 40 años, en lo
que se llama acné rosácea, ya que aparecen los primeros
granitos debido a la retención de sangre en los vasos; esta manifestación
está siempre ligada a desórdenes digestivos, cambios hormonales
y stress.
Tratamiento
La
cosmética hoy en día ofrece tratamientos específicos para tratar
la cuperosis:
Productos
de Limpieza de Uso Diario
Especialmente
aquellos indicados para evitar la sensación de tirantez e incomodidad
que produce la piel con cuperosis. En la zona del rostro donde es más
frecuente, los pómulos, se ha de evitar su desarrollo.
Ha de elegir siempre productos específicos para pieles sensibles y tratar
la piel con mucha suavidad: desmaquillar con leche y tónico sin alcohol
(mejor que con agua); en el caso de que se prefiera utilizar jabón, existen
los llamados Panes Dermatológicos (Ej. Avene, A-Derma), que carecen
de tensoactivos agresivos y que suelen incluir en su fórmula principios
activos calmantes como el Beta sitosterol o incluso formulados con cold
cream (Ej. Avene), para dejar sobre la piel una fina-capa emoliente
y protectora.
Actualmente
está muy extendido el uso de toallitas desmaquillantes, algunas de ellas
con principios activos calmantes, como la avena (Ej. Sensilis) y otros
emolientes como la glicerina que no irritan la piel y son suficientes
para cuando la piel del rostro no está especialmente sucia.
Debe
evitar usar en las zonas con cuperosis productos que irriten la piel como
exfoliantes con partículas de polietileno que estimula mediante un masaje
la circulación y eliminan las capas más externas de las células epidérmicas
que hacen de barrera. Al ser una zona de piel muy fina no necesita ser
exfoliada.
Asimismo
no están indicados masajes agresivos en las épocas cuando la piel esté
irritada.