Consejos
Prácticos
Los
individuos atópicos tienen una piel especialmente sensible y seca,
aunque su vida cotidiana es normal es aconsejable seguir unas pautas
preventivas para evitar que empeore la enfermedad.
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Una de las
principales medidas es mantener siempre la piel hidratada aplicando
un emoliente adecuado con capacidad para restaurar la piel dañada.
Aplicar tantas veces como sea necesario para asegurar la correcta
hidratación y restauración de la piel. Es preferible
aplicar un emoliente sin perfume para evitar las posibles irritaciones
que este tipo de sustancias puedan ocasionar.
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Evitar las
temperaturas extremas (la ideal es alrededor de 20º) y
los cambios bruscos, así como los ambientes excesivamente
secos.
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En casa, es
recomendable ventilar correctamente las habitaciones y evitar
la presencia de animales domésticos (perros, gatos, pájaros,...).
En el dormitorio es preferible evitar objetos que almacenen polvo
(cojines, alfombras, muñecos de peluche,...) y utilizar el
aspirador en lugar de barrer.
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Como antes
hemos comentado, uno de los posibles factores desencadenantes es
el estrés, en la medida de lo posible, debemos evitar
situaciones que lo provoquen y la sudoración.
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Baños
de agua templada. Evitar el jabón y aplicar un emoliente
o hidratante inmediatamente después del baño.
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Los individuos
atópicos pueden bañarse en el mar o en la
piscina pero a la salida del agua se han de secar correctamente
y aplicar una crema emoliente. Es aconsejable aplicar un protector
solar mientras estén expuestos. El sol y la humedad resultan
beneficiosos. Evitar el calor.
- En el caso de
los bebés, cortar las uñas y colocar guantes por la
noche para evitar el rascado.
¿Qué
ropa puedo llevar?
Los
individuos atópicos tienen una piel seca e hipersensible, por lo
que muchos tejidos empeoran el picor.
Es conveniente utilizar ropa "suave" de algodón, hilo
o pana y evitar lana y tejidos sintéticos debido a que son ásperos
y pueden irritar la piel atópica.
No utilice ropa
apretada.
No utilizar calzado deportivo durante tiempo prolongado .
No abrigarse en exceso y utilizar calcetines y medias de algodón
evitando el nylon o la fibra.
La ropa de cama (sábanas, almohadas) deben ser de algodón,
es aconsejable lavarlas previamente y evitar que sea de plumas.
¿Cómo
debo lavar la ropa?
El
eccema atópico no es una alergia sino una reacción exagerada
frente a diferentes estímulos que está vinculado a un factor
hereditario.
Es conveniente lavar la ropa con detergentes suaves, evitar el empleo
de lejías. Evitar el empleo de suavizantes textiles y la lejía
que son productos irritantes.
¿Debo
seguir un cuidado higiénico especial?
Los
baños deben realizarse a diario con el fin de evitar infecciones
sobre la piel frágil e irritada. Es conveniente evitar los baños
prolongados y con agua muy caliente, secar la piel con suavidad y sin
frotar.
Es recomendable utilizar productos suaves "sin jabón"
y ligeramente ácidos.
Tras el baño (idealmente a temperatura templada y durante máximo
20 minutos) es necesario aplicar emolientes adecuados que hidraten y restauren
la piel atópica agredida.
Evitar actividades que provoquen sudoración excesiva.
El maquillaje debe aplicarse sobre la piel perfectamente hidratada con
emolientes adecuados.
Utilizar guantes de goma o algodón para realizar las tereas domésticas.
¿Qué
dieta debo llevar?
En
la mayoría de los casos, no es necesario llevar una dieta especial
aunque si se ha identificado alguna alergia alimentaria es conveniente
eliminar su ingesta. Si un alimento causa irritación se descubre
rápidamente tras la comida por lo que deberá evitarse en
el futuro.
Evitar aditivos (colorantes y conservantes). No abusar de productos picantes,
leche, huevos, frutos secos, chocolate.
Tratamiento
La
dermatitis atópica es una afección de la piel que se caracteriza, esencialmente,
por dejar la piel seca y, por tanto muy sensible a las agresiones externas.
Llos
tratamientos cosméticos deben, pues, centrarse siempre en la hidratación
o en evitar la pérdida de agua de la piel.
La
higiene diaria de las personas con este tipo de piel debe ser, fundamentalmente,
con jabones grasos o engrasantes tipo «syndet», y con agua no muy caliente
para evitar una mayor pérdida de agua.
Después
del baño es aconsejable utilizar cremas o lociones hidratantes o, en según
qué casos, puede ser muy útil el empleo de aceites.
Los
productos a base de avena están especialmente indicados para este tipo
de piel, es decir, para su higiene, sobre todo en las fases críticas.
En
casos clínicos, el tratamiento cosmético debe ir acompañado del tratamiento
farmacológico y aquí los principios activos de elección son los corticoides
tópicos; hidrocortisona butirato propionato es uno de los mejor tolerados
en estos casos y posee una gran eficacia terapéutica.