Epidemiología
Las
infecciones respiratorias de origen vírico son responsables de
la mitad de todas las infecciones agudas.
Son más frecuentes en niños que en adultos, y sus consecuencias
sociales y económicas muy notables, siendo causantes de absentismo
laboral y escolar.
Tienen
carácter estacional, predominando en los meses fríos.
Las
vías de transmisión de los Virus
Catarrales son la aérea y la autoinoculación
nasal o conjuntival.
Los
rinovirus llegan a la persona mediante gotitas expelidas por los enfermos
o por las manos de éstos. Por lo general, son los niños
en edad escolar los que introducen los virus en el hogar, y el índice
de afectación secundaria depende de la edad del individuo y su
estado inmunitario. Los adultos que no viven con niños sufren un
menor número de resfriados que los que están en contacto
con ellos.
La
enfermedad se manifiesta a las 48-72 horas del contagio. Normalmente los
adultos tienen ya anticuerpos contra la mayoría de los virus que
lo producen, por lo que sufren menos infecciones que los niños
y éstas suelen ser más leves. No obstante, parece que estos
anticuerpos duran poco tiempo, entre uno y dos meses, y que su protección
es escasa.
En
cuanto a la tasa de infección por sexo, las mujeres resultan más
afectadas que los hombres en la vida adulta, pero en la adolescencia es
algo mayor en los varones.
La
Gripe en cambio se difunde en una comunidad en un tiempo de 6 a 8 semanas.
Se propaga por medio de partículas aéreas microscópicas
a través del contacto estrecho entre los individuos, especialmente
en las épocas de frío. Habitualmente, la propagación
ocurre en forma de epidemia y sólo excepcionalmente lo hace como
pandemias.
El
impacto social de la gripe es de enorme magnitud y convierte esta enfermedad
en un auténtico problema de salud pública, siendo los costes
directos e indirectos difíciles de cuantificar.
En
España se infectan cada año entre 3-3.5 millones de personas,
lo cual significa unas 7.800-8.000 personas por cada 100.000 habitantes.
Etiología
Las
infecciones respiratorias agudas virales están producidas por más
de 200 serotipos, correspondientes a 12 grupos de virus, ente los cuales
destacan los rinovirus, gripe A y B, parainfluenza, adenovirus, virus
sincitial respiratorio, coronavirus, herpesvirus y algunos serotipos de
coxackievirus y virus ECHO.
El
Resfriado Común es causado por una amplia diversidad
de virus: rinovirus, influenza, parainfluenza, virus sincitial respiratorio,
coronavirus, adenovirus, ciertos virus ECHO y los coxackievirus.
La
causa del resfriado común guarda una estrecha relación estacional.
Así, los resfriados de:
-
Primavera, verano y otoño,
son producidos principalmente por picornavirus (rinovirus, ECHO y
coxackie)
-
Final
de Otoño y los de Invierno, suelen ser producidos
por paramixovirus (gripe, parainfluenza, y virus respiratorio sincitial).
Se
han determinado más de 100 tipos seroespecíficos de rinovirus.
No
se han identificado claramente cuáles son los factores predisponentes
del resfriado. El enfriamiento de la superficie corporal no induce, por
sí misma, resfriados, y la susceptibilidad no es influida por la
salud de la persona, ni por su nutrición, ni por las anomalías
de las vías respiratorias superiores. Aparte de la exposición
a los virus causantes, los factores que pueden facilitar la infección
son: fatiga excesiva, estrés emocional, alteraciones rinofaríngeas
alérgicas o fase intermedia del ciclo menstrual.
Es
poco frecuente que las bacterias patógenas que colonizan la rinofaringe
provoquen complicaciones purulentas como otitis media y sinusitis. La
bronquitis de etiología vírica puede infectarse secundariamente
por bacterias.
El
Virus de la Gripe o Virus de la Influenza es un virus RNA de
cadena simple que pertenece a la familia de los ortomixovirus. Los que
afectan al género humano son de los tipos A y B. El virus de la
influenza C no parece ocasionar enfermedad alguna.
Mientras
que el virus de la influenza B es muy regular en cuanto a su composición,
el virus de la influenza A presenta 15 tipos diferentes de hemaglutininas
(H1-H15) y 9 de neuraminidasas (N1-N9), 2 proteínas de superficie
que determinan las distintas variantes antigénicas del virus, y
que se utilizan para su identificación.
El
virus de la gripe B sólo afecta a las personas y produce epidemias
regionales.
El virus de la gripe A afecta a las personas y también a los cerdos,
caballos, focas, ballenas y pájaros acuáticos, en los que
se replica propagando la enfermedad, lo que hace que la gripe sea una
enfermedad no erradicable.
Una
de las particularidades del virus de la gripe es su variabilidad genética,
lo que supone un verdadero quebradero de cabeza para las autoridades sanitarias
a la hora de elaborar vacunas eficaces. El virus está sujeto a
dos tipos de cambios:
-
El primero, denominado Giro Antigénico
(Antigenic Drift),
consiste en pequeñas mutaciones puntuales de proteínas
capaces de provocar una respuesta inmune; si éstas se suman,
pueden hacer que el virus sea irreconocible para los anticuerpos
previamente formados en la población. Tanto los virus de tipo
A como B están sujetos a este tipo de cambio y éste
es el mecanismo de producción de las epidemias.
-
El segundo, denominado Cambio Antigénico
(Antigenic Shift),
que solo lo sufre el virus tipo A, y que es mucho más dramático,
y que es el resultante de la mezcla de partículas virales procedentes
de dos cepas distintas en el interior de una misma célula huésped.
Ello produce un tipo de virus totalmente nuevo que, con hemaglutininas
o neuraminidasas nuevas, es capaz de producir una de las temidas pandemias.