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Las
vitaminas y los minerales son sustancias imprescindibles para el buen
funcionamiento de nuestro organismo. Todas tienen una característica común:
nuestro organismo no es capaz de producirlas, o lo hacen en cantidades
insuficientes. Por esto es necesario reponerlas diariamente por medio
de una dieta equilibrada o con la ayuda de un complejo vitamínico y mineral.
Vitamina
A
Es
vital para el crecimiento normal y para la buena salud de la piel, cabello,
uñas y ojos.
Vitamina
D
Asegura
un correcto desarrollo y crecimiento de huesos y dientes. Regula la absorción
del calcio y del fósforo.
Vitamina
E
Interviene
en la formación y funcionamiento de los glóbulos
rojos, músculos y otros tejidos. Protege, además, a los ácidos grasos
frente a la oxidación.
Vitamina
K
Necesaria
para la coagulación normal de la sangre. Es prácticamente imposible que
en las personas se den carencias de esta vitamina, por ello en la mayoría
de los complejos polivitamínicos no se incluye.
Vitamina
C
Refuerza
el sistema inmunitario. Contribuye al buen estado de huesos, dientes y
vasos sanguíneos. Interviene en la formación del colágeno (el "cemento"
que une las células) y en la absorción de hierro.
Vitaminas
del Grupo B
Es
un grupo formado por 8 vitaminas: Vitamina B1, B2, B5, B6, B12, biotina,
vitamina PP y ácido fólico. Todas ellas intervienen en el metabolismo
de hidratos de carbono, grasas y proteínas, es decir, en los procesos
que transforman lo que comemos en energía para las células. Son
fundamentalmente para las células nerviosas y sanguíneas. Está demostrado
que las deficiencias de vitaminas de este grupo afectan negativamente
al estado de ánimo.
Ácido
Fólico
El
ácido fólico desempeña un papel crucial en el crecimiento de los tejidos.
Su déficit, sobre todo en las primeras etapas del embarazo, puede provocar
defectos en el sistema nervioso del feto, que se harán evidentes el en
momento del nacimiento. Por todo esto, es importantísimo que toda mujer
en etapa fértil se asegure de que los niveles de ácido fólico sean los
adecuados (0,4 mg/día).
Calcio
Es
la sustancia que más abunda en nuestro organismo, después del agua. Interviene
en la transmisión nerviosa, y forma parte de la estructura de huesos y
dientes. Hasta los 25 años, somos capaces de almacenar el calcio de nuestra
dieta en los huesos. Esta facultad se va perdiendo con los años. Cuando
el calcio de nuestra dieta es insuficiente, el cuerpo lo extrae de los
huesos. Estos se hacen progresivamente más porosos y frágiles, pudiendo
aparecer la osteoporosis. Esta enfermedad es siete veces más frecuente
en la mujer que en el hombre, y afecta al 33% de las mujeres mayores de
65 años.
Hierro
Este
mineral forma parte de la hemoglobina que está en los glóbulos rojos y
su misión es la de transportar el oxígeno a las células. La mujer presenta
pérdida periódicas de este mineral durante la menstruación. Por
eso, se debe prestar especial atención al aporte de esta sustancia, que
no se absorbe fácilmente. Su carencia puede provocar trastornos sanguíneos
como la anemia.
Fecha
última Inserción/Actualización: 17/04/2013
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