Por
lo general se produce debido a agresiones externas producidas por agentes
diversos (humo, sustancias químicas y medioambientales, cloro de
las piscinas, agua del mar, nieve, etc..) o físicos (polvo, viento,
arena, frío extremo).
Los
síntomas más habituales son ardor ocular y molestias inflamatorias,
con sensación de tener arenilla o un cuerpo extraño.
No
se debe descartar la sequedad ocular como causa de irritación,
y que se produce generalmente en ambientes con aire acondicionado o calefacción
que provocan la evaporación de la secreción lacrimal.
Igualmente,
en las personas de mayor edad se produce generalmente una disminución
de la producción de lágrimas que provoca sequedad ocular
y predispone a padecer irritación ocular.
Para
prevenir y tratar este problema, existen colirios eficaces y seguros en
las Farmacias.