Se
denomina ciática, o mejor, lumbociática, a aquel cuadro de dolor que,
iniciado en la región de la columna lumbar, es decir en la región más
inferior dela espalda, situada inmediatamente por encima de las nalgas,
se propaga por el muslo y la pierna, hasta el pie, siguiendo el trayecto
del nervio ciático y sus ramificaciones. Se produce, generalmente, por
compresión e irritación de algunas de las raíces del nervio ciático cuando
estas salen de la columna vertebral.
La
lumbociática es un proceso relativamente frecuente en las consultas médicas.
Es raro que parezca antes de los 30 años, y alcanza su máxima incidencia
en la década de los 40. A diferencia de lo que ocurre con la lumbalgia
pura, no se ha encontrado en la lumbociática una relación tan clara del
proceso con la realización de trabajos pesados, que requieren grandes
esfuerzos físicos.
Aunque
la existencia de la lumbociática es conocida desde las civilizaciones
más antiguas de la humanidad, no fue hasta el año 1934 en que se comenzó
a conocer cuáles eran los mecanismos por los que se podía producir el
dolor ciático.
Origen
y Causas
La
columna vertebral es un tallo óseo que constituye el eje del tronco y
sostiene el cráneo. La columna vertebral está formada por 33 elementos
o vértebras, unidas entre sí por ligamentos y discos intervertebrales.
Se pueden distinguir en ella varias regiones que, yendo desde arriba hacia
abajo se denominan columna cervical, columna dorsal, sacro y cóccix.
Las
vértebras forman un canal óseo en el interior del cual se encuentra la
médula espinal. De esta última nacen los nervios periféricos. La columna
lumbar está formada por 5 vértebras, las cuales, a su vez, descansan sobre
el sacro.
Desde
el punto de vista de la lumbociática, que es el que ahora nos interesa,
podemos considerar que la columna vertebral está formada, básicamente,
por una serie de vértebras separadas entre sí por unos elementos que permiten
la movilidad entre las mismas, llamados discos intervertebrales. Cada
disco intervertebral se compone, a su vez, de una zona central llamada
núcleo pulposo, rodeada y abrazada por fuera, por las fibras del anillo
fibroso. Si estas últimas se debilitan y se deshilachan, el núcleo pulposo
se mueve, emigra y se desplaza (se hernia) hacia atrás y hacia afuera
empujando las raíces nerviosas del nervio ciático, a los que puede comprimir
y producir el dolor ciático. La hernia de disco intervertebral es la causa
más frecuente de la ciática, aunque no la única. Mucho más raro es que
un paciente tenga una lumbociática debido a una malformación congénita,
fracturas de las vértebras, algunos procesos tumorales e infecciosos,
o por determinados casos de artrosis vertebral, etc.
Las
hernias de disco se localizan, lógicamente, en los discos intervertebrales
de la columna que soportan mayor peso y están más comprimidos, es decir,
en el que existe entre las 2 últimas vértebras lumbares y en el que se
sitúa la 5ª vértebra lumbar y el sacro.
Síntomas
La
ciática clásica producida por una hernia de disco suele comenzar bruscamente.
Sus síntomas reflejan la irritación y la tensión de una raíz del nervio
ciático. El dolor se inicia en la región lumbar o en las nalgas, y se
irradia por el muslo y la pierna hasta el pie. Dependiendo de la raíz
nerviosa afectada y comprimida así será la localización topográfica de
la sensación dolorosa en el muslo, la pierna y el pie. Es característico
del dolor ciático su empeoramiento con la tos, el estornudo o la defecación.
Se acompaña a menudo, de sensación de hormigueo (parestesias) o de disminución
de la sensibilidad en la piel de la zona por donde se irradia. Más rara
vez aparecen trastornos motores (atrofias musculares, pérdidas o desaparición
de la fuerza y el movimiento en algún grupo muscular). El dolor ciático
suele mejorar con el reposo en cama.
Ante
la sospecha clínica basada en los datos anteriores su médico le realizará
una exploración física orientada a: estudiar el grado de afectación de
la columna lumbar, comprobar la irritación de una raíz nerviosa del nervio
ciático y detectar la existencia de cualquier posible deterioro neurológico
( pérdida de fuerza o sensibilidad).