Este
es un problema que se presenta con relativa frecuencia en las piscinas
y playas durante el verano. Consiste en un trastorno de gravedad variable,
producido por la falta de circulación sanguínea en el aparato digestivo.
Durante la digestión, especialmente después de una comida copiosa y abundante
en grasas, la sangre se concentra en el tubo digestivo con la finalidad
de acelerar y colaborar en la digestión de los alimentos.
Si
durante este proceso un individuo entra de manera súbita en el agua (en
el mar o en la piscina) o realiza un ejercicio físico intenso, la sangre
que se encuentra en el tubo digestivo se dirige hacia otros órganos (piel
y músculos) para contrarrestar el cambio de temperatura o el ejercicio.
Este
desplazamiento brusco de la sangre se manifiesta por síntomas de
intensidad variable. Las náuseas y los vómitos son los más frecuentes
y menos graves, mientras que el descenso brusco de la presión arterial,
la lipotimia y el paro cardíaco son signos menos frecuentes pero
mucho más graves. Cuando el corte de digestión se produce por el
contacto con el agua se denomina hidrocución. |
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Definición
El
corte de digestión también se denomina golpe de
agua o síncope por hidrocución.
Se
trata de un trastorno de gravedad variable. Consiste en la súbita
pérdida de conocimiento como consecuencia del repentino impacto
con el agua fría. Es el clásico síncope por zambullida,
no demasiado frecuente, aunque temible porque puede provocar el paro cardiaco.
¿Cómo
se produce un corte de digestión?
El
factor responsable de que se produzca el corte de digestión es
la diferencia térmica entre la piel y el agua. Además existe
el denominado reflejo por inmersión, que consiste en el hecho de
que cuando se introduce la cabeza bajo el agua, nuestro organismo reacciona
frenando el ritmo de los latidos del corazón. Pues bien, se considera
que el síncope por hidrocución es una manifestación
extrema de dicho reflejo por inmersión que conlleva alteración
de la circulación sanguínea general y que puede llegar a
la parada cardiaca.
Este
proceso ocurre más fácilmente cuando la persona está
haciendo la digestión, de ahí su nombre, pero no es exclusivamente
así. También puede ocurrir en cualquier circunstancia en
la que se produzca una diferencia brusca entre la temperatura de la piel
del individuo y la del agua. La mayor incidencia de estos casos se da
en las personas que, después de una prolongada exposición
al sol, y con la piel muy caliente, deciden darse un baño.
En
el caso de que una persona esté en digestión, lo que ocurre
es que si durante este proceso, el individuo entra en el agua de forma
súbita (en el mar o en la piscina) o si incluso realiza un ejercicio
físico intenso, la sangre que se encuentra en el tubo digestivo
se desplaza hacia otros órganos (piel y músculos) para contrarrestar
bien el cambio de temperatura en el ámbito de la piel, o bien las
necesidades musculares por el ejercicio. Esta falta de circulación
sanguínea en el sistema digestivo es la que da origen al corte
de digestión y a sus síntomas.
Sobre
la base de lo que hemos explicado tiene que quedar claro que el proceso
conocido como “corte de digestión” puede ocurrir aún
no estando en digestión.
Los
signos y síntomas que origina un corte de digestión
1.
Náuseas y vómitos.
2.
Disminución brusca de la tensión arterial.
3.
Pérdida o disminución del nivel de conciencia:
lipotimia.
4.
Palidez y sudación.
5.
Paro cardiaco (en los casos muy graves).
Actuación
1.
Activar la cadena de socorro, avisando a los servicios de urgencias, por
ejemplo, llamando al 061.
2.
Sacar a la persona del agua lo antes posible, siempre que no
exista peligro para nosotros, ya que seremos de poca utilidad si corremos
el riesgo de ahogarnos.
3.
Una vez fuera del agua, abrir la vía respiratoria mediante
la Maniobra
Frente-Mentón.
4.
Si la víctima sufre un paro cardiorrespiratorio, iniciar las
maniobras de reanimación correspondientes.
5.
Buscar a alguien que sepa realizar dichas maniobras si nosotros
las desconocemos.
6.
Mantener esta actuación hasta que lleguen los servicios
de urgencias con los que hemos contactado previamente.
Prevención
y tratamiento de corte de digestión
Tenemos
que tener claro que aparte de tener unos conocimientos básicos
de qué hacer en esta situación, es mucho más importante
la PREVENCION, que evite que se produzca esta situación de corte
de digestión:
*
Respetar un periodo de tiempo prudencial (2.5-3 horas)
antes de sumergirse en el agua, especialmente después de una
comida copiosa.
*
Evitar bañarse o ducharse, mientras se está
haciendo la digestión, con agua fría.
*
Evitar los cambios bruscos de temperatura corporal.
No entrar de forma súbita en el agua después de una exposición
prolongada al sol o de una intensa actividad física.
*
Entrar de forma progresiva en el agua para que el organismo
se vaya adaptando al cambio de temperatura.
*
Evitar bañarse en aguas muy frías y nadar
durante la digestión.
*
No beber líquidos muy fríos de forma rápida
después de haber realizado un ejercicio intenso.
*
Salir del agua si se sienten escalofríos intensos,
náuseas, alteraciones en la visión o zumbido de oídos,
así como enrojecimiento intenso de la piel. Una vez fuera del
agua abrigarse bien.
“un
corte de digestión puede resultar de extrema gravedad en algunos
casos, de modo que hay que tomarse muy en serio su prevención”