1.
En que consiste
La
mamografía es un método para examinar el seno con rayos X a dosis bajas.
Mediante este sencillo procedimiento se pueden localizar tumores y quistes
muy pequeños que podrían pasar inadvertidos durante una exploración clínica
rutinaria.
En la mamografía se puede distinguir bien un tumor benigno de un tumor
canceroso (maligno), aunque el único método fiable para emitir este diagnóstico
es la biopsia, que analiza las células de la formación tumoral.
Este
breve examen se puede realizar en un ambulatorio o en un consultorio radiológico.
En él intervienen el técnico cualificado que realiza la radiografía y
el radiólogo que la interpreta.
2.
Como se realiza
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La
paciente debe quitarse los collares y cadenas y desnudarse de cintura
para arriba. Durante el examen se puede cubrir con una bata abierta.
Antes de realizar la mamografía, un médico examina las mamas para
detectar cualquier bulto inusual u otra señal sospechosa.
La paciente deberá permanecer de pie o sentada, dependiendo del
tipo de aparato utilizado. Se le realiza una radiografia independiente
de cada mama. Las mamas se comprimen al máximo entre dos placas
de plástico, con el fin de obtener una imagen óptima con una radiación
mínima.
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A
continuación, antes de vestirse, la paciente deberá esperar a que el técnico
compruebe que las placas obtenidas son válidas.
¿Resulta
desagradable?
La
paciente puede experimentar una molestia momentánea cuando la mama queda
comprimida entre las planchas de plástico. Con el fin de evitar estos
inconvenientes, es mejor realizar la mamografía una semana después
de la menstruación, cuando el volumen de los senos disminuye y aumenta
su elasticidad.
En cuanto se retiran las planchas de plástico, desaparecen las molestias.
Duración
El
examen completo puede durar entre diez y quince minutos. Las mamas de
mayor volumen resultan más difíciles de examinar y pueden requerir más
de una radiografía.
Tiempo
de espera
Algunos
consultorios radiológicos proporcionan los resultados en pocos minutos,
mientras que otros tardan carios días en analizar las placas y redactar
el informe.
3.
Complicaciones
Aunque
en una mamografía no se produzcan complicaciones inmediatas, la exposición
a la radiación siempre implica un riesgo teórico a largo plazo.
No obstante, el nivel de radiación de los aparatos modernos de mamografía
es tan bajo que el riesgo es prácticamente inexistente.
En
cualquier caso, en mujeres embarazadas no deben realizarse mamografías.
Las pacientes embarazadas, o aquellas que crean estarlo, deberán protegerse
adecuadamente el abdomen .
4.
Advertencias
La mamografía sirve para detectar tumores en un estadío muy precoz,
pero no ofrece garantías absolutas.
Existen
lesiones que no se reflejan en las mamografías, del mismo modo que
algunos tumores en apariencia benignos pueden resultar malignos.
Por
tal motivo, la paciente que se somete a una mamografía debe además
visitar regularmente a su médico y autoexaminarse las mamas una
vez al mes. |
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5. Consejos a tener muy en cuenta
Según
las recomendaciones de los organismos de prevención del cáncer, todas
las mujeres deberían realizarse una mamografía:
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La
primera vez, entre los 35 y los 39 años, como referencia para posibles
cambios posteriores.
-
Al
menos cada dos años entre los 40 y los 50 años.
-
Una vez al año después de los 50.
-
En
edades más jóvenes en el caso de mujeres que hayan tenido un tumor
de mama o con predisposición a padecerlo debido a la existencia de
antecedentes familiares.
-
En general, no se aconseja la mamografía a mujeres menores de 30 años,
ya que su tejido mamario es más denso y la mamografía no da un diagnóstico
fiable.