Estas
enfermedades son producidas por virus que se transmiten con facilidad
de unas personas a otras a través de las secreciones respiratorias.
En ausencia de vacunación todas las personas las sufrirían,
generalmente en la edad infantil. Aunque en muchos casos son procesos
benignos, en otras ocasiones producen graves complicaciones e incluso
la muerte.
¿Qué
es el Sarampión?
El
sarampión es una enfermedad que se caracteriza por fiebre elevada,
erupción cutánea, conjuntivitis y bronquitis.
Es
especialmente grave en menores de 18 meses y en adultos.
Con
frecuencia se acompaña de complicaciones en forma de otitis y neumonías.
En
uno de cada mil niños causa una grave inflamación del cerebro
(encefalitis).
Actualmente
se producen en el mundo un millón de muertes al año por
sarampión y en España entre los años 1980 y 1994
se produjeron 130 fallecimientos debidos a esta enfermedad.
Es
de virus vivos atenuados y se recomienda para todos los niños que
no tengan contraindicación para ello.
Cuando
se administra a un niño de 15 o más meses su eficacia supera
el 95%.
Con
sólo una dosis proporciona inmunidad de larga duración y
probablemente permanente en aquellos que responden.
Datos recientes sugieren que la transmisión del sarampión
puede ocurrir entre un 2-5% de vacunados que no seroconvierten tras la
dosis inicial, por esta razón, desde 1989 en USA se recomienda
una pauta de dos dosis.
La
primera se debe administrar a los 12-15 meses, mejor a los 12 si se trata
de zonas que suponen un riesgo elevado como aquellas en las que hay muchos
niños sin vacunar, o aquellas en las que o ha habido una epidemia
recientemente entre preescolares o hay una transmisión persistente
entre este grupo de edad.
Hoy
día es más probable alcanzar altas tasas de seroconversión
a los 12 meses que antes debido a que los niveles de anticuerpos de las
madres suelen ser actualmente más bajos ya que generalmente provienen
de la vacunación y no de la infección natural como antes
era frecuente.
La
segunda dosis se puede administrar o bien al entrar en el colegio (4-6
años) o bien al entrar en la secundaria (12 años). La ventaja
de la 1ª opción es que es más fácil de implementar
junto con las demás vacunas. Su mayor desventaja es que se producen
más brotes en la secundaria y la dosis a los 12 años ayudaría
mejor a su control.
Ambas
dosis se pueden administrar en la forma SRP. Al entrar al colegio todos
los niños deben de estar vacunados, de lo contrario cabe vacunarlos
(con 2 dosis separadas por 1 mes si es necesario) o bien constatar la
existencia de protección mediante serología o mediante la
constatación con certeza de un diagnóstico previo de sarampión.
La
misma actitud se recomienda para el personal sanitario que atiende a pacientes
de alto riesgo o a grandes áreas.
Reacciones
Adversas
Las
reacciones desfavorables asociadas con esta vacuna incluyen fiebre de
39.4º o más en 5-15% de los vacunados y rash transitorio en
el 5%.
La
fiebre y el rash generalmente aparecen 7-13 días después
de la vacunación y duran 1-2 días.
Debido
a que causa fiebre cuando se administra a niños de 12-15 meses
de edad, la vacuna se puede asociar con convulsiones febriles. Los niños
con historia previa de convulsiones en ellos mismos o en su familia inmediata
tienen un mayor riesgo de ataques.
La anafilaxis y la púrpura trombocitopénica también
parecen ser causadas raramente por la vacuna SRP.
La
encefalitis se ha visto con una frecuencia de aproximadamente 1 en 1 millón
de vacunados, si bien no se ha establecido el papel causal de la vacuna.