La
fimosis es un problema urológico no obstructivo que se produce
a nivel del pene.
Consiste en una estrechez, congénita ó adquirida, de la
abertura del prepucio, de la que resulta la imposibilidad para retirarse
y exponer el glande.
En
ocasiones, en el recién nacido, neonato, aparece una fimosis
fisiológica sobre la cual no se debe intervenir.
En el neonato la piel se adhiere al glande, con el tiempo se desarrolla
un plano de diferenciación entre el prepucio y el glande y la piel
se libera.
En
ocasiones, y cómo consejo higiénico se recomienda a los
padres que durante el baño ,en los primeros días de vida
del neonato se realicen maniobras de retracción forzada para conseguir
la perfecta apertura de dicho tejido y evitar la evolución a fimosis
completa.
En
el 2 al 10 % de los neonatos varones ,esa diferenciación de la
que hablábamos no se produce y aparece la fimosis. Esta conlleva
,cómo problemas inmediatos la aparición de infecciones y
problemas inflamatorios cómo balanopostitis, etc.
Existe
otro estado asociado ,conocido como PARAFIMOSIS,
que ocurre cuando el prepucio se ha retraído sobre le glande pero
éste no puede ser reducido, dando lugar a edema distal del pene
,inflamación y en ocasiones infecciones de la zona.
El
tratamiento de la fimosis consolidada es inexorablemente quirúrgico.
Se debe realizar la circuncisión* lo antes posible siempre que
las condiciones lo permitan..
¿Cuáles son los requerimientos para la intervención?
La
intervención debe realizarse lo antes posible, siempre y cuándo
sea posible.
Existen
unas condiciones mínimas necesarias para la realización.
-
En primer lugar el niño debe tener más de 24 horas de
vida.
-
Debe
ser un bebé con las funciones cardiorrespiratorias en perfecto
funcionamiento, así cómo un desarrollo neurológico
perfecto.
En
definitiva debe ser un bebé sano, puesto que en definitiva va
a ser sometido a una intervención quirúrgica. Esta debe
ser realizada lo antes posible.
La
intervención es sencilla aunque comporta riesgos quirúrgicos
y anestésicos, al igual que todas las cirugías. Siempre
debe realizarse por manos expertas, procurando evitar hemorragias postoperatorias
y riesgos que puedan condicionar malformaciones del pene secundarias.
En
el postoperatorio es primordial mantener una buena higiene de la zona.
Evitar la humedad y hacer cura y limpieza local varias veces al día,
manteniendo la zona siempre seca y aséptica. Si todo va bien el
postoperatorio suele ser de corta duración y poco doloroso, encontrándose
el niño bien entre los 4 y 6 días.
*
Prepucio: Pliegue mucocutáneo que recubre al
glande.
* Glande: Extremidad distal del pene.
* Circuncisión: Consistente en la incisión
parcial ó total del prepucio.