La
catarata es la perdida de transparencia del cristalino, que es una lente
transparente que tenemos detrás de la pupila y que nos sirve para
enfocar nítidamente los objetos.
Por
una serie de circunstancias, enfermedades o mas frecuentemente debido
al paso de los años, éste puede ir perdiendo su natural
transparencia y convertirse en una lente opaca. Por tanto una catarata
será mas o menos avanzada dependiendo de si la disminución
de transparencia es mayor o menor. Cuanto mayor es la perdida de transparencia
de cristalino mayor será la disminución de la visión.
No
es por tanto, un tumor ni una formación de piel o de tejidos nuevos
sobre el ojo, sino que la lente misma se nubla. La lente es normalmente
transparente: pero, cuando se forma una catarata, toma un aspecto opaco
como el vidrio empañado. Hay muchas creencias erróneas sobre
las cataratas. Por ejemplo, las cataratas no se transmiten de un ojo al
otro, aunque pueden aparecer en ambos ojos a la vez. Una catarata no es
una película visible en el exterior de ojo, ni es causada por un
uso excesivo de los ojos: tampoco el uso de la vista la empeora. Las cataratas
en general se desarrollan gradualmente a lo largo de años: rara
vez aparecen en unos pocos meses. Por otra parte, las cataratas no tienen
nada que ver con el cáncer y su presencia no significa que el paciente
vaya a quedar ciego por el resto de su vida.
Las
cataratas son una parte normal de envejecimiento. Cuanto mayor es la persona,
mayor es la probabilidad de aparición y progresión de las
cataratas. Sin embargo hay ocasiones en que las cataratas aparecen en
edades más precoces. Sobre todo en personas que padecen determinadas
enfermedades como la diabetes, tabaquismo, inflamaciones intraoculares
y alta miopía entre otras. También pueden aparecer cataratas
tras un traumatismo ocular o en algunas familias predispuestas. Casi tres
de cada cuatro personas mayores de 75 años padecen de cataratas,
la mayoría de las personas que tienen cataratas, las tienen en
los dos ojos. Sin embargo, uno de los ojos puede estar peor que el otro,
porque cada una de las cataratas se desarrolla con diferente rapidez.
Cuando aparecen en los niños suelen ser hereditarias o haber sido
causadas por una infección o inflamación en la mujer embarazada
que afecto al bebe. Se llaman cataratas congénitas y están
presentes desde el nacimiento.
Síntomas
Según
el tamaño y localización de las áreas de opacidad
de cristalino, una persona puede no darse cuenta de que se esta formando
una catarata. Si se localiza en el borde externo de la lente, la vista
no sufre cambios. Pero si la opacidad se sitúa cerca del centro
de la lente, suele interferir con la visión. Al principio, también
es posible que la catarata no cause problemas ya que sólo afecta
a una porción pequeña del cristalino. Al comienzo, es posible
disminuir los problemas de visión aumentando la iluminación
y usando lentes.
Normalmente las cataratas se manifiestan
por una lenta y progresiva disminución de visión, esta aparece
nublada, desenfocada, o como si viera a través de un velo (hay
perdida de los tonos de color) y que no mejora al cambiar de gafas. Esta
disminución de visión suele ser mas acusada en ciertos ambientes
de luminosidad, por ejemplo en la oscuridad y con focos de luz, conduciendo
se tienen problemas ya que las luces le deslumbran, o con luz solar intensa.
Además se pierde la tonalidad de los colores. Las cataratas también
pueden ser responsables de visión doble. No causan dolor, enrojecimiento,
lagrimeo, ardor, dolor de cabeza, o partículas flotantes.
La
pupila, que normalmente es negra, puede presentar cambios evidentes de
color y tomar un aspecto amarillento o blanco
Diagnóstico
Generalmente
las cataratas no pueden observarse desde el exterior de los ojos sin instrumentos
apropiados. Si se nota visión borrosa u otros síntomas,
debe visitar al oftalmólogo tan pronto como sea posible para que
le realice un examen completo de sus ojos.
El
oftalmólogo le examinará los ojos y la agudeza visual mediante
distintas pruebas para averiguar el tipo, tamaño y localización
de las cataratas. También con un oftalmoscopio le examina el interior
del ojo.
Tratamiento
Actualmente
no existe un medicamento que le devuelva la transparencia al cristalino.
Las lentes tampoco mejoran la visión ya que al estar opaco el cristalino,
no permite el paso de la luz y sería como intentar usar anteojos
para ver a través de una pared.
El
tratamiento de las cataratas es fundamentalmente quirúrgico. La
operación de cataratas es una de las más seguras y eficaces.
Consiste en la extracción de la parte del cristalino que está
opacificada y su sustitución por una lente artificial que se coloca
en el mismo sitio que el cristalino original (lente intraocular) restaurando
la visión que se había perdido a consecuencia de las cataratas.
La cirugía no es dolorosa. No se requiere que le paciente sea internado
ya que la intervención dura menos de una hora: Por supuesto, se
realiza con anestesia local. Actualmente la cirugía moderna se
realiza con ultrasonido, con el cual se realiza una pequeña incisión
de 3 Mm. Por encima del ojo, luego se introduce una sonda especial que
emiten las ondas que ablandan y destruyen el cristalino y así permite
aspirar la catarata y luego por la misma herida se coloca una lente intraocular.
Como la herida es tan pequeña, no se necesita sutura, aunque se
suele colocar un punto de seguridad. En algunos casos no se puede colocar
una lente intraocular. A estas personas se les suele ofrecer lentes de
contacto blandas a tal vez gafas con un elevado aumento.
La
decisión de operarse de cataratas corresponde al paciente, por
ello el problema surge al tener que decidir cuando debemos operarnos.
Por ello lo primero que tenemos que saber es si la perdida de visión
es por cataratas, ya que no toda disminución de la visión
en una persona de edad avanzada está producida por cataratas. Por
ello el diagnóstico correcto por un oftalmólogo es lo prioritario.
Una vez que el diagnóstico es seguro, debemos plantearnos si la
pérdida de visión producida por la catarata afecta a nuestra
vida normal. Si es así, entonces hay que plantearse la necesidad
de la intervención quirúrgica.